Hay guitarristas aún desconocidos para el gran público que nunca deberían quedarse en ese anonimato. Es el caso de Preston Reed, uno de los renovadores del estilo fingerstyle que, junto con el gran Michael Hedges, logró “inventar” una nueva forma de tocar en la que la guitarra acústica pasaba a ser un instrumento multifunción mezcla de tambor, bajo, piano y por supuesto guitarra.
Preston Reed es uno de esos guitarristas inclasificables, en la línea del gran e inimitable guitarrista acústico Michael Hedges, pero en una vertiente algo más rockera que la del pionero. Ambos reinventaron la guitarra de cuerdas de acero gracias a sus novedosas e inverosímiles técnicas de pulsación.
Un estilo inclasificable
Este nuevo sistema de ejecución seguido por numerosos intérpretes posteriores es una curiosa mezcla entre rítmicas con afinaciones abiertas y percusiones diversas sobre las cuerdas y el cuerpo de su guitarra.
Su música mezcla estilos muy distintos, con la vertiente new-age como una de sus principales señas de identidad. Sus composiciones tienen un lirismo desbordado, con un tono muy cinematográfico que nos transporta a lugares imaginarios y de ensueño.
Pero quizás lo más significativo es que al escucharle pareciera que son varios los guitarristas que están tocando al mismo tiempo, configurando un estilo único de aire puramente orquestal. Y es que su pericia con las falanges hace que pareciera que un solo instrumentista fuera al mismo tiempo percusionista, bajista y guitarrista.
Biografía de Preston Reed
Nace el 13 de abril de 1955 en Armonk, Nueva York. Comienza a tocar muy joven animado por su padre, flirteando un tiempo también con el ukelele. Aunque sus influencias más marcadas de juventud fueron grupos como los Beatles, los Stones o la música clásica, sus ídolo acústicos fueron sus maestros John Fahey y Leo Kottke, de los que absorbió toda su esencia para acabar creando su estilo irrepetible.
Tras un tiempo tomando clases de clásico con estrictos maestros a los 16 empieza a estudiar con Jorma Kaukonen, que hace ver al joven Preston un nuevo mundo de posibilidades muy alejadas del encorsetado mundo clásico que había conocido hasta entonces. Así, empieza a componer piezas al estilo de sus gurús John Fahey y Leo Kottke.
A los 17 años da su primer concierto acompañando al poeta “beat” Allen Ginsberg en el Smithsonian Institute de Washington. Pero su gran oportunidad le llega años más tarde cuando, gracias a su amigo el cantautor Lyle Lovett, logra editar su primer trabajo con la compañía MCA.
Decidido a convertirse no en un nombre más dentro de la industria, saca un memorable disco en el que va mucho más allá de la pulsación convencional que mostraban la mayoría de sus coetáneos. El secreto era sencillo: tocar con dos manos sobre el diapasón con todo tipo de nuevos sistemas de pulsación para lograr unos resultados sorprendentes.
Se hizo famoso gracias a Michael Hedges
Es a finales de los 80 cuando empieza a desarrollar más seriamente su particular estilo guitarrístico, poco después de que el mítico Michael Hedges publicase sus primeros trabajos en los que usaba similares técnicas de ejecución pero con resultados sonoros algo diferentes.
El propio Hedges dijo que era un fenómeno y una inspiración para él (a partir de ellos fueron muchos los seguidores que se apuntaron al carro del nuevo sistema de ejecución). Desde 1979 Reed ha grabado 15 discos con varias compañías, en su gran mayoría como único intérprete.
ambién ha aparecido como artista invitado en trabajos de otros artistas, y ha creado su propio sello Outer Bridge. Sus temas tienen reminiscencias de la world music, el blues, el rock acústico, o las baladas al estilo Bill Evans (otro de sus ídolo musicales).
Su discografía incluye bandas sonoras y colaboraciones con cantantes como Bnnie Raitt o Linda Ronstadt. Y una de sus actuaciones más recordadas siempre será su histórico concierto vía satélite para la televisión nacional turca (en 1997) junto al compositor Arif Sag, que llegó a una audiencia de 120 millones de personas a través de 17 países.
