Paco de Lucía -Francisco Sánchez Gómez- nació en Algeciras en 1947 en el seno de una familia flamenca de talento, y empezó a tocar a los siete años. Su padre, Antonio de Algeciras, alimentó su precoz talento haciéndole aprender durante interminables horas las falsetas del Niño Ricardo, que a veces visitaba la casa. Después descubrió a Sabicas, cuya velocidad y nítida ejecución ejercieron una profunda influencia en el joven músico.
Paco grabó un disco en 1962 con su hermano Pepe al cante, “Los chiquitos de Algeciras”. En ese mismo año se presentaron al concurso de Jerez, en donde arrasaron. La familia se trasladó a Madrid, y Paco se unió a la compañía del bailarín José Greco.
Con ellos hizo una gira por EEUU, donde conoció a Sabicas y a Mario Escudero, quienes le animarían a que se buscara una identidad propia. En poco tiempo grabaría varios discos, incluyendo dúos con su hermano mayor Ramón de Algeciras (1938), experimentando con el jazz y la música brasileña y ampliando su vocabulario artístico.
A pesar de ser tradicional, su primer disco en solitario “La fabulosa guitarra de Paco de Lucía”(1967), apunta una imaginación incisiva y característica. En “Punta Umbría”, por ejemplo, logra un sonido brillante, tocando líneas ásperas con un impulso rítmico y tenso que altera velocidad y rasgueados penetrantes.
Modernizando el sonido flamenco
Intérprete de afilada articulación, habilidades improvisatorias naturales, poder emocional y hondura, Paco de Lucía empezó en los años setenta a grabar obras que modernizaron el sonido flamenco.
La pieza que da título a su álbum “Fuente y caudal” (1973), una taranta, es maravillosamente conmovedora y espaciosa, con la intensidad oscura del trémolo, armonías elegantes y cristalinas, así como líneas expresivas. El disco incluye más material tradicional, como la animada “Cepa andaluza”, pero un tema incluido a última hora habría de cambiar su carrera.
La rumba “Entre dos aguas”, a la que añadió una sección rítmica con percusión y bajo eléctrico, fue un éxito en España y llevó a Paco al éxito.
Sobre las armonías repetidas y la atractiva melodía, improvisa en un estilo temático y relajado, utilizando sustain con súbitas explosiones de virtuosismo flamenco.
El tema que da título a “Almoraima” (1976), una bulería, tiene ritmos cortados, sabor árabe, una delicada melodía y armonía con aires de jazz latino. “Río ancho” es una rumba impulsada por una seductora sección rítmica que llega a ser vertiginosa gracias a una seria de melodías y contramelodías con desarrollos y variaciones de temas, armonías y ritmos encantadores y fraseos rápidos y originales.
La música de Paco de Lucía ha supuesto un impulso fundamental a los cantes de ida y vuelta: ideas españolas que fueron a América y volvieron como estilos cambiados y enriquecidos, como es el caso de la rumba.
Maestro mundial del flamenco
Desde muy pronto Paco trabajó frecuentemente con cantaores como Camarón de la Isla, con quien le unía una estrecha amistad y con quien grabaría discos intimistas como “Soy caminante”(1974). En su técnica hay ecos de la música clásica española, y en 1978 grabó “Paco de Lucía interpreta a Manuel de Falla”, donde interpreta libremente las ideas del compositor.
Cada vez más influido por el jazz, a finales de los setenta formó trío con John McLaughlin y Al Di Meola.
El álbum “Sólo quiero caminar”(1981) presenta un sexteto con tres guitarras, bajo, percusión, un flautista-saxofonista y su hermano Pepe a la voz. El tema que da título al disco es un tango que comienza con una atractiva figura de guitarra entrelazada con el bajo eléctrico. La guitarra se funde rítmicamente con el resto del grupo, y que Lucía interpreta solos veloces.
Entre otros éxitos posteriores destacan “La Barrosa”(1987), repleta de sutileza y de torrentes de fraseos, rasgueos ejemplares e inspiradas improvisaciones, o “Tío Sabas”(1990), una sentida e introspectiva taranta. La arrebatada belleza de este homenaje a Sabicas, con sus hermosos efectos de vértigo y sus influencias del laúd árabe, proviene de las incandescentes invenciones que rompen los momentos de contemplativa quietud.
En 1991, Paco memorizó y grabó junto a José Manuel Cañizares y José María Banderas el “Concierto de Aranjuez” de Rodrigo, dándole un toque flamenco, brillante y hasta cierto punto caprichoso. Paco de Lucía no ha cesado de ampliar sus horizontes, y en 1996 probó con una suerte de flamenco modernista en “The Guitar Trio”, junto a McLaughlin y Meola.
